Sigo sin saber la causa de mi catástrofe. He aprendido que
lo que duele no es dejar de querer, ya que nunca dejas de querer a alguien que
has querido de verdad, que todo esto no es por ella, es por el efecto que
causa. Lo difícil es desacostumbrarte a lo acostumbrado, olvidarte de lo bien
que escribe y encontrar a otra que escriba diferente, a despreocuparte por tus
pintas porque ya no tienes que impresionarle a nadie, acostarte pronto porque
no hay nadie al otro lado del teléfono que haga que te quedes dormido hablando
y… ¿Al cine para que? Si ya no hay nadie a quien abrazar asustado cuando la
matan, ni a quien besar cuando están en pleno calentón. Solo queda esperar a
que vuelva alguien y rompa tus ‘yo nunca en la vida’ y te haga creer un ‘siempre’
aunque sea mentira, pero creo que a veces es mejor vivir en una mentira, creer
que se va a levantar con una de tus camisas, descalza, y te haga el café después
de haberlo hecho de buena mañana. Nos pasamos la vida en busca de unas piernas
largas y bonitas, tal vez para que cuando salgan corriendo sea dulce la
despedida, para tener una dulce autodestrucción. No quiero pero...
domingo, 18 de noviembre de 2012
viernes, 2 de noviembre de 2012
Outside.
Salir de esta, de esas curvas que han provocado tantos accidentes en mi hasta llevarme a este desorden. Pero chica, ya te advertí que no soy estable, que conozco a la tristeza más de lo que debería, que ya quedamos hasta para tomar un café de vez en cuando e incluso hicimos un pacto, me regaló una sonrisa de pega y yo le prometí que no le diría a nadie que la conozco, espero que sepas guardarme el secreto. Ella, ella es la arquitecta de estas ruinas, la diseñadora de mi caos. He conseguido que hasta el mismo psicólogo cierre la consulta, pero sigo caminando mirándome los pies ya que últimamente no me fío de nada que me lleve a algún sitio, por qué nos quedamos a las puertas de Venecia y mira como me he quedado. Siempre vuelves proponiendo guerra, pero estoy ya tan abajo que no eres capaz de bajar a encontrarme, pero créeme que te entiendo, tengo vértigo, por eso creo que el cielo nunca ha sido para nosotros. Y le dije 'Tírame los trastos' y vació la casa entera, me tiró hasta sus medias y sujetadores. Odio que el silencio que hay en mi habitación, los muelles de la cama están mudos y mis sábanas ya no están desgarradas, pero prefiero hacer como todos y decir que ya no echo de menos que seas tu quien adorne mis ruinas.
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