martes, 8 de mayo de 2012

Solo nuestro.

Así pasó, mientras ella me acariciaba la cara con sus finos dedos, lo encontré, encontré las ganas de ser feliz y de deberse-lo todo a alguien, y así fue, mi piel se erizó, las mariposas al parecer se convirtieron en duendes que solo hacían que hacerme cosquillas en la barriga, esa sensación tan especial, única, excitante, adorable...
Su mano seguía su camino, recorriendo cada lunar de mi cuerpo, cada poro y fue ahí, fue en ese preciso instante, cuando rozó mi boca, cuando me elevó, me llevo a las nubes, un sitio en el que nunca jamás había estado, y hablando de '' nunca jamás '' era algo parecido, me hacia sentir como un niño, un niño jodidamente feliz, tan feliz como cuando completabas el álbum de cromos, lo recordáis ? Que felices eramos y que inocentes. Y es ahí cuando te das cuenta que todo lo malo, tiene su recompensa, que volverías a sufrir una y mil veces más, solo para repetir ese instante durante el resto de tus días, minutos y segundos.
Su mano sigue ahí, ella sigue, ahí no se va, y la agarras con más y más fuerza, para que se quede a tu lado, para decirle y gritarle a este putisimo mundo, que la adoras, y que es lo mejor que te ha pasado en esta vida de mierda, la besas, la aprietas, la abrazas... Y te das cuenta que por todo el mundo que quieras mover, nunca podrás llegar a decirle, con palabras, con gestos o con gilipolleces, todo lo que la quieres. Que quieres ir por la calle y cogerla de la mano, y que miren, que se mueran de envidia, por que esto es solo nuestro y nadie más puede sentirlo, te lo aseguro. Te regalaré la más bonita de las rosas, te pediré de rodillas que te cases conmigo, seremos los más felices y moriremos, pero se que hasta ese momento, nos querremos como dos locos.